
Crisis energética y económica: la seguridad vial viene al rescate
La actual crisis energética nos retrotrae a los años en los que Sodi Scientifica, activa desde 1964, introdujo los primeros radares de tráfico en Italia.
Para contrarrestar los aumentos, el gobierno italiano en ese momento lanzó una serie de medidas, como el control de velocidad.
Hace casi 60 años, Fiorello Sodi, fundador de Sodi Scientifica, inventó una herramienta que todos conocemos hoy en Italia con el nombre Autovelox, que en Italiano es sinónimo de radar de tráfico. Los primeros experimentos para detectar vehículos con exceso de velocidad se realizaron en 1966 en viale delle Cascine en Florencia, donde Sodi vivía y tenía su estudio técnico, una pequeña empresa que hoy llamaríamos una startup.
El dispositivo primordial, dotado de un sensor formado por dos tubos neumáticos fijados al suelo, tenía estampado en la parte delantera el nombre Autovelox, y aún se conserva en el museo de la empresa de Sodi Scientifica.

EL BOOM ECONÓMICO
El período que va de los años cincuenta a los sesenta del siglo XX, por tanto perteneciente a la segunda posguerra en Italia, es recordado como la época del auge económico.
Después de la fase inicial de reconstrucción, se llegó a la culminación de la innovación en 1960. Una fase destinada a durar hasta el final de los años sesenta, y a transformar el Belpaese, una nación subdesarrollada con una economía principalmente agrícola, en una potencia económica mundial. De la mano del crecimiento económico, se desarrolló la motorización del pueblo italiano.
La autopista A1 Milán-Nápoles, también llamada Autostrada del Sole o más abreviadamente Autosole, que todavía hoy representa la autopista italiana más larga en funcionamiento y el principal eje meridiano de la red de autopistas italiana con sus 764 km, fue inaugurada el 4 de octubre de 1964 por el El primer ministro Aldo Moro. Sin embargo, después de menos de diez años, el sistema económico internacional se vio afectado por una profunda crisis.

EL REVERSO DE LA TENDENCIA
La inversión del ciclo económico estuvo determinada por la crisis del petróleo de 1973-1974, tras la cual la economía tuvo que hacer frente a un repentino y sostenido aumento del precio de su principal materia energética. De hecho, el desarrollo económico de la posguerra se había vuelto cada vez más dependiente del petróleo, como fuente de energía privilegiada para la industria, el transporte y la calefacción, sin mencionar su uso en la producción de plásticos, fibras, detergentes, colorantes y fertilizantes.
En 1973, al estallar la cuarta guerra árabe-israelí, los países árabes pertenecientes a la OPEP decretaron un embargo a los países occidentales proisraelíes, en particular Estados Unidos y Holanda, reduciendo progresivamente la producción de crudo.
En pocos meses las acciones mundiales cayeron un 10%, mientras que el precio se duplicó, cuadruplicándose en un año (de 3 a 11,5 dólares). El gobierno italiano lanzó una serie de medidas de ahorro de energía, entre las cuales la circulacion alternadas de las placas y, por primera vez en la historia, el control de velocidad de los vehículos.
El impulso hacia la innovación era el factor económico, y no en el costo social de la inseguridad vial, que evidentemente en aquel momento, a pesar de la presencia de importantes tasas de aumento de vehículos en circulación, aún no era una prioridad. Fiorello Sodi, que había industrializado y aprobado el instrumento, abogando por su uso como una forma de salvar vidas, respondió a las solicitudes del Ministerio del Interior, iniciando la historia de la medicione de velocidad en Italia.
Del éxito de Autovelox nació la División de Tráfico de Sodi Scientifica, que aún hoy se ocupa de diseñar sistemas de seguridad destinados a minimizar los accidentes.

LA MISIÓN
El papel de la monitorización para reducir el consumo
En 2022 nos encontramos nuevamente viviendo una crisis energética, en un escenario similar al que tuvo lugar en 1973. Una situación nuevamente determinada por una guerra, junto con una perversa política energética. En este escenario en el que es difícil ver soluciones diferentes a las anteriores, el Autovelox, tal y como afirma Paolo Sodi, director general de Sodi Scientifica, seguirá aportando su contribución en términos de mejora de la seguridad vial, al disminuir la velocidad media. de los vehículos y, en consecuencia, el consumo de combustibles fósiles.

Descubrir nuestros PRODUCTOS
Descubrir nuestros
